El troll de la Guelaguetza
https://www.nacionesmx.com/2019/04/el-troll-de-la-guelaguetza.html
Algunos pendones de la Guelaguetza -patrocinados por Infinitum- cuelgan de cabeza en los postes de la calzada Niños Héroes. Los guardias de la Gendarmería Nacional con los escudos recargados en la pared y el casco bajo del brazo dan la bienvenida al amanecer en Oaxaca.
En los baños de la terminal de autobuses los temas son la megamarcha magisterial, la Guelaguetza y la falta de baños para los elementos de seguridad pública federal, todos hacemos fila. Afuera de la terminal, los taxis amarillos llegan por decenas; los profesores se saludan —A ver a quién agarran y se lo llevan a Nayarit o Guanajuato— dicen en broma, se despiden, quedan serios como observando la nada. Los turistas preguntan cómo llegar al centro.
En las redes sociales aparece el hastag #MiFotoConToledo, una iniciativa en contra de la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) en el Cerro del Fortín. El pintor Francisco Toledo se “clonó” en figuras de cartón para que la gente se tome la foto a cambio de una firma en contra de la construcción del polémico CCCO.
En el trayecto al centro de la ciudad, la presencia de la Gendarmería disminuye. Son policías viales quienes vigilan. — ¿Vienes con la marcha? preguntan desconfiados, en tanto apartan lugares para los funcionarios que visitarán la Feria del Mezcal.
La gente camina hacia el Cerro del Fortín, como lo ha hecho siglos atrás en estas fechas, cuando el cerro era llamado Ehécatl (dios del viento). Antes de las 9 de la mañana, se escucha en el auditorio Guelaguetza la música previa a la presentación de las delegaciones, entre todos se reconoce a Tlaloc Guerrero, su guitarra y la frase “un juchiteco cantó en este escenario”.
ESTA MARCHA NO ES DE FIESTA
A las 9 de la mañana, cerca de 5 mil personas entre integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y otras organizaciones, inician la marchan del cruce de Viguera en dirección al centro histórico de la capital. La transformación del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), derramó el vaso.
Los 20 mil efectivos de seguridad pública que tanto anunciaron los medios de comunicación están listos (ahora sí, con escudos y cascos puestos, vallas metálicas y sin ganas de ir al baño) para “contener” cualquier “brote de violencia”. Delegados de las 33 secciones magisteriales de la CNTE, pertenecientes a 26 estados del país, exigen a gritos “¡No a la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, sí al PTEO!”, además de entonar cantos al gobernador de Oaxaca, “Gabino va a caer, va a caer, va a caer” o “sacaremos a Gabino de Oaxaca, de Oaxaca sacaremos a ese…”
En el auditorio Guelaguetza la delegación de Santiago Juxtlahuaca “refleja con danzas las aventuras de los ganaderos de la región mixteca”. Un helicóptero cruza al fondo del escenario. Es inevitable recordar que sólo una parte de Oaxaca está de fiesta.
Mientras ovacionan a la delegación istmeña de Ciudad Ixtepec; en las escalinatas del Cerro, los inspectores de salubridad debaten con mucha seriedad sobre la calidad de un panqué que vende una mujer sin permiso en la zona, uno de los inspectores sentado frente a la vitrina con el envoltorio rojo del pan en la mano, mueve la cabeza en negativa, masticando.
Escaleras más abajo, el “clon” de Toledo abraza la figura de cartón de una tehuana con un hueco en el rostro, ahí se puede “dar la cara” en contra el CCCO. Los vecinos explican que la orden del juez fue suspender la obra hace 2 semanas, pero el gobierno no ha respetado la restricción y los trabajos continúan.
En la marcha: ¡lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar…!
PLAN PARA LA TRASFORMACIÓN
Antes de las 2 de la tarde, la megamarcha llega al zócalo. Los turistas escuchan impasibles las consignas. El martes 7 de febrero de 2012, el Gobierno del Estado y la Sección 22 del SNTE adherido a la CNTE, presentaron el documento Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO). Una propuesta que intenta cristalizar un modelo educativo alternativo al tradicional, una aspiración de 3 décadas, afirman.
En síntesis, los 5 ejes temáticos que plantea el PTEO son los mismos que plantea la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) de la SEP, la diferencia es que el primero busca la participación colectiva, y el segundo la “rectoría” del Gobierno Federal… a través de una SEP que se ha reconocido a sí misma incompetente (y lo ha demostrado) para atender efectivamente de manera centralizada la educación en un país tan diverso como México.
Es decir que los profesores sí quieren evaluación (como parte de un diagnóstico), sí quieren capacitarse (de acuerdo a las necesidades de las comunidades). El gobierno sí quiere la “rectoría” de la educación… pero legaliza –con las Reformas Estructurales- la entrega de territorio, instituciones y mano de obra al “neo-esclavismo mundial”.
“Privatizar es de los 80’s, lo de hoy es subrrogar y malbaratar” se lee en el twitter.
El PTEO no corresponde a la lógica de las familias que tienen el poder, amenaza con multiplicar en las aulas una visión diferente a la que les conviene, para mantener privilegios exclusivos. Por eso tanto control, gendarmes, ejército, “congelación” de cuentas bancarias, campañas de “linchamiento” en los medios de comunicación ¿no?
Sin embargo, mientras las bases de la CNTE permitan que su lucha se siga corrompiendo, y mantengan su movimiento con dinero o prerrogativas políticas y no por conciencia, da más o menos lo mismo si desaparece o no, al igual que los otros sindicatos.
CIEN AÑOS DE LA CANCIÓN MIXTECA Y DE LA BOTELLA DE COCA-COLA
Llega el ocaso del día. Las personas caminan por el zócalo convertido en un espectacular multiforo, con la venta de artesanías de todo Oaxaca, micro conciertos y exposiciones; en el atrio de la catedral las familias juegan a lanzar pelotas fluorescentes y globos; en lo alto del cerro, el auditorio Guelaguetza luce iluminado con tonos violetas.
En el auditorio, 11 mil personas (según la cifra oficial) corean la Canción Mixteca -en su centenario-, moviendo los sombreros de un lado a otro. “La piel se pone chinita”. La garganta se desgarra. El corazón canta. Todos, o así parece, quisieran llorar y morir de sentimiento.
Nadie lo dice, pero en el brillo de sus ojos agradecen a José López Alavés, por estos minutos de comunión. (Hasta se olvida –por un momento- que la reparación del auditorio costó el doble de lo previsto, 65 millones de pesos…).
El embrujo de “la fiesta de los oaxaqueños” sigue, tras la cuenta regresiva al final del segundo Lunes del Cerro. Estallan los primeros cohetes con luces amarillas, el Son de Calenda a todo volumen pone a bailar al auditorio. Desde el zócalo se observa el espectáculo de pirotecnia, las luces iluminan también el campamento de la sección 22 alrededor del kiosco.
El día termina, sin barricadas, sin autobuses ardiendo, sin detenidos. La CNTE continúa en sesiones para reactivar la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO.
Miles de personas caminan al centro por el andador turístico. Un grupo religioso –cerca de Santo Domingo- con lonas en las manos afirma que “la mejor Guelaguetza es Jesucristo”. Un anuncio informa que la botella de Coca Cola, cumple 100 años. Algunos alebrijes viajarán a Yokohama, otros a Gudvangen, otros a Tuxtla Gutiérrez. Se escucha un vals. Música ranchera. Rock progresivo. La venta de esquites vive su mejor momento. La mujer policía estira las piernas. Una niña de unos 4 años, sola entre la multitud, pone un pequeño recipiente de plástico -a modo de caso- en su cabeza, hace una mueca y se levanta, son las 11 de la noche… está cansada de pedir limosnas.
Martín Vargas Julio 2015
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