Surge otro grupo de autodefensa en el istmo de Oaxaca

“Somos autodefensa, no guerrilla”: Comandante del Sur. La aparición de “El Comandante del Sur” en la zona norte del Istmo de Tehuantepec es por la necesidad de defender a sus familias del crimen organizado que opera en esa zona desde hace muchos años

Diana MANZO/ Fotos: Jacciel MORALES
El Imparcial del Istmo

PALOMARES, Matías Romero.- La gota que derramó el vaso fue el asalto que sufrió hace un mes el sacerdote Victorino López Nolasco, además del aumento de asaltos, robo a casa habitación y negocios de enero a la fecha, así esta agencia municipal determinó organizar una grupo de autodefensa a cargo del llamado “Comandante del Sur”.

Palomares es la última comunidad que limita al estado de Oaxaca con Veracruz, es una importante zona de comercio y ha permitido en los últimos años refugiar a hombres y mujeres originarias de Guerrero, Michoacán, Veracruz y Distrito Federal.

En asamblea general convocada por el agente municipal Fernando Rasgado Díaz, a principios del mes de octubre, donde participaron pobladores, elementos de la Policía Municipal, Policía Federal y Militares, los habitantes de Palomares acordaron “un toque de queda”, siendo así el primer poblado en todo el Istmo de Tehuantepec en sujetarse a esta medida.

En las calles y avenidas de Palomares, la gente se comporta con hermetismo, observan un carro con placas de otro estado, rostros distintos y acciones poco usuales como vender productos en las calles o visitar de casa en casa, causa miedo y temor.

A las 22:00 horas, es la última hora en que los habitantes pueden salir de su domicilio, quién no cumple paga mil 500 pesos y es remitido a los separos municipales.

La noticia del origen de una “guerrilla” en Palomares causó curiosidad por descubrir quién lo representaba, al llegar a esta comunidad, de inmediato un grupo de mujeres y hombres piden una entrevista con su líder, a quien ellos llaman el “Comandante del Sur”.

Se aborda una camioneta que enfila sobre un camino de terracería, la carretera era muy estrecha y la unidad de motor se abre paso en un paisaje ampliamente verde, por fin, después de 40 minutos aproximadamente se llega a un sitio; se dirigen al fotógrafo para pedirle no hacer uso de su cámara hasta que ellos autorizaran.

Después de descender del vehículo, se entra a una casa que parece bodega y piden esperar unos minutos, desde adentro se escucha una voz: “¡Que pasen!”.

En el interior, el ambiente es frío y sólo la luz del día penetra por el techo de lámina, ahí estaba el “Comandante del Sur” entre troncos de madera.

En ese momento inicia la entrevista.

¿Por qué se cubre el rostro?

“El Comandante del Sur” dice que no es por miedo, sino para que el gobierno no acabe con la lucha de los autodefensas.

“Me cubro el rostro para que el gobierno no sepa quién soy, porque luego desaparecen a líderes y los mata”, agrega.

Al cuestionarle sobre su aparición en esta región de la zona norte del Istmo de Tehuantepec, el autodefensa argumenta que es por la necesidad de defender a sus familias del crimen organizado que opera aquí desde hace muchos años.

“En Palomares existen dos bandas delictivas, ‘Sureño 13’ y ‘Pitufo 14’, ambas tienen rivalidad para conquistar esta zona, a diario nos roban, entran a nuestras casas, así ya no podemos vivir, necesitamos autoprotegernos, cuidar lo nuestro y la única forma es organizarnos y eso somos, un grupo organizado de autodefensa, no somos guerrilla, nosotros no matamos gente”, dice.

“El Comandante del Sur” añade que Palomares es paso de indocumentados, algunos se han quedado a vivir en el lugar y los peores como los “Maras salvatruchas” son los que tiene influencia con los Sureños 13, y hacen lo que quieren en Palomares y otros poblados como Ejido Revolución y El zapote, que pertenecen a San Juan Guichicovi.

Este grupo de autodefensa está conformado aproximadamente de unos 40 hombres, no utilizan armas, pero sí mantienen retenes con palos y piedras en los accesos a las comunidades, principalmente en la zona montañosa.

“Nosotros colocamos cadenas y troncos, los vehículos nos indican a quién visitarán, no estamos armados porque no somos Ejército ni guerrilla, lo que deseamos es defendernos de los maleantes, de aquellos que nos roban”, sostiene.

Asimismo, el Comandante del Sur organiza una asamblea cada domingo y lo hace con el rostro cubierto, no tienen un lugar fijo, ahí se analizan los puntos de acuerdo y determinan qué es necesario ejercer para evitar más violencia en su comunidad.

“Hay algunas mujeres que están dentro de estas autodefensas, pero preferimos mantenerlas en el anonimato, ellas no aparecen en las asambleas para evitar ser identificadas, esto lo hacemos porque llegamos a un hartazgo, las autoridades no hacen nada y nosotros reaccionamos así”, explica.

“El Comandante del Sur” refiere que el gobierno sabe lo que sucede en Palomares, “sabemos que el crimen organizado está muy fuerte y ellos utilizan a las bandas para poder adueñarse de este lugar, por eso nosotros nos estamos cuidando y protegiendo, aclaramos no somos guerrilla”, pronuncia con voz ronca.

Sentado en un tronco de madera, de donde no se inmuta durante toda la entrevista, el autodefensa precisa que es la primera vez que da una entrevista y lamenta hacerlo cubierto del rostro, pero no le queda de otra.

“No tengo miedo a morir, pero tampoco vamos a estar de brazos cruzados, sabemos que vamos a convertirnos en una piedra en el zapato del gobierno, pero no nos importa, porque nosotros vivimos en Palomares, un pueblo donde la violencia impera, ya no hay control, los robos son en exceso, no podemos más y vamos con todo por la autodefensa”, pronuncia.

“El Comandante del Sur” ha creado junto con otros hombres y mujeres una red de comunidades de autodefensa que comienza desde Palomares hasta la zona Mixe Zapoteca.

“No vamos a permitir que nos roben el ganado, nuestro poco recurso que logramos de las cosechas, a diario aparece una persona muerta, las autoridades no hacen nada, estamos en riesgo, pero más vale decir que aquí estamos, listos para autodefendernos por nosotros y por nuestra familia”, concluye.

Así vive palomares

En Palomares habitan aproximadamente 5 mil habitantes, actualmente el agente municipal es priista, cuentan los habitantes que antes profesaba la fé católica, pero tuvo que ingresar a una iglesia evangélica “Luz del mundo” para ganar, porque ahí acuden todos los priistas del pueblo.

En la iglesia Luz del mundo está integrada aproximadamente por 700 asistentes y son quienes marcan la fuerza del PRI en la comunidad, seguidos de los panistas y perredistas.

Esta comunidad está dividida por sectores, en total son seis, los priistas se ubican en el sector cuatro, ellos gozan de calles pavimentadas, proyectos productivos, es decir todos los programas oficiales, mientras que el resto de la comunidad vive en calles sin pavimentación.

Asimismo, existe un grupo de 200 personas, quienes a falta de apoyo y respuesta de las autoridades se han adherido a la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), son mujeres y hombres, quienes claman seguridad, porque aseguran han sido víctimas en múltiples ocasiones de robo y de asaltos y ya no quieren vivir así.