Proyecto eólico sobre yacimiento minero pone en riesgo a Ixtepec
Por: Observatorio Comunitario para el cuidado de los Bienes Comunes en la Región del Istmo |
(#Istmo) 20.11.24.- La Asamblea de Bienes Comunales de Ciudad Ixtepec concedió la ocupación previa de 5 mil 500 hectáreas a la empresa Helax Istmo (subsidiaria del fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)), para realizar estudios de viabilidad para la instalación de parques eólicos en este municipio; sin embargo, las tierras ocupadas coinciden con los yacimientos de minerales de oro y plata en Ixtepec, señala el reporte de los mapas elaborados por el colectivo de estudios geográficos Geocomunes.
El área de ocupación previa abarca los cerros Tablón, Taberna y Niza Bichichi (Bidxichi)/Manantial de oro, los cuales aparecen en la cartografía publicada en 2013 por el Servicio Geológico Mexicano (SGM), como parte de la asignación minera “Proyecto Ixtepec”, en donde señala la presencia de oro, plata, plomo, zinc y otros minerales de interés industrial. Ese mismo año (2013), la dependencia adscrita a la Secretaría de Economía puso a concurso la licitación pública para la explotación de la mina en Cd. Ixtepec.
La población ixtepecana se negó a aceptar el proyecto minero, hasta que fue cancelado en 2017, tras dos años de movilizaciones, foros y protestas masivas por los riesgos de contaminación ambiental y el impacto a la vida de la comunidad que podría provocar la explotación minera, informó el Comité Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio (1).
No obstante, a 7 años de dicha cancelación, nuevamente una empresa extranjera regresa con interés de ocupar el territorio de los cerros de Ixtepec, esta vez con un proyecto de “energías renovables”, en el marco del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). “Como un lobo con piel de oveja”, señalan los investigadores críticos de la “energías renovables”.
Las empresas contaminantes (mineras, eólicas, solares, etc), están lucrando en el mercado internacional y haciendo de su contaminación, un negocio, “mientras que van colonizando estas tierras ancestrales” afirma la bióloga y profesora-investigadora en ecología costera y ciencias pesqueras, del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR Oaxaca), Patricia Mora (2).
De acuerdo a los informes de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA), la industria de la minería y la industria de las “energías renovables o verdes”, son dos caras de la misma moneda del modelo extractivo y del capital privado: una aporta materiales básicos para la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares, etcétera y la otra aporta energía para continuar minando territorios. “El mundo necesitará extraer más minerales y generará más zonas de sacrificio en nuestras comunidades para cumplir las promesas de energías supuestamente renovables o limpias”.
“Dentro del análisis del nexo entre la justicia climática, la transición justa y las industrias extractivas se hizo alusión a que, en 2017, el Banco Mundial (BM) concluyó que «un futuro con bajas emisiones de carbono no será posible sin minerales»(3)
Lo que significa también que la generación de “energías renovables o verdes” depende para su funcionamiento de “recursos NO renovables” como el agua y los minerales extraídos de los territorios, principalmente ocupados por pueblos originarios.
Desde el año 2015, el Comité Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio, denunció el vínculo entre mineras y eólicas, ya que de manera paralela al avance de la instalación de parques eólicos en la región del istmo, se otorgaron concesiones por miles de hectáreas para la explotación minera en diferentes municipios como Santiago Lachiguiri, Santiago Laollaga, Cd. Ixtepec, Zanatepec y San Miguel Chimalapa entre otros, “a esto le llamaron el Corredor Minero del istmo”(4), subrayando en sus declaraciones que la minería requiere de grandes cantidades de agua y energía para funcionar (energía que centrales eólicas, hidroeléctricas y fotovoltaicas pueden proporcionar).
Ixtepec y la región del istmo, en riesgo de convertirse en zonas de sacrificio
La región del Istmo ha experimentado un verdadero “frenesí del viento” desde la década de 2000. Algunos la apodaron “La Nueva Conquista” ya que grandes corporaciones, a menudo europeas, se apresuraron a aprovechar el poder natural de esta región, como explica ampliamente la investigadora zoque de San Miguel Chimalapa, Josefa Sánchez Contreras en el libro “Colonialismo Energético” (5).
De acuerdo a informes de especialistas locales que participaron en la instalación de torres eólicas en La Venta, Juchitán, “la base o el área que ocupa cada torre eólica es de 15 metros por 15 metros y 3 metros de profundidad, lo que significa una base de hormigón (mezcla de cemento, arena, grava y agua) de alrededor de 1200 toneladas por una túrbina de 3 MW.
A esas 1200 toneladas de cada torre hay que sumarle las vibraciones que genera, las cuales se transmiten a la base de sus cimientos, lo cual puede afectar los mantos de agua del subsuelo, “lo que se pone en riesgo es el agua y eso no lo dice la empresa Helax, ya que en los cerros del norte de Ixtepec hay mantos y escurrimientos de agua naturales que cuando se filtran al subsuelo abastecen el agua de los pozos de los ranchos y sobre todo a los 7 pozos principales que brindan el agua potable a todo Ixtepec”.
“Hablamos de una afectación directa al acceso al agua, los campesinos saben que es así y cualquiera que vaya antes que restrinjan el paso puede darse cuenta por sentido común que el agua de Ixtepec baja de estos cerros”.
Los especialistas señalan que los impactos negativos de la instalación de parques eólicos empiezan desde la primera fase, “en las perforaciones para los estudios de la mecánica de suelos, donde vierten la sustancia llamada ventonita para secar la tierra y perforar de 30 a 50 metros “esa sustancia puede tocar con los mantos de agua del subsuelo y provocar que el agua deje de fluir, como si taparan sus venas”.
En otras partes del Istmo como Unión Hidalgo dónde existen varios parques eólicos operando, los campesinos han notado y denunciado como se van secando ciertos cultivos por las modificaciones a los flujos de agua subterránea generado por los cimientos de los aerogeneradores incrustados en el subsuelo.
En la etapa de excavación, para los cimientos, “las polvaredas se van a levantar y los vientos corren predominantemente desde el norte, lo cual también puede provocar enfermedades respiratorias a la población. Y ya en funcionamientos viene la contaminación al suelo y al agua de los aceites que derraman las turbinas eólicas”.
Al respecto, la bióloga y profesora-investigadora del CIIDIR Oaxaca, Patricia Mora, señala que los impactos son a dos escalas de tiempo. La primera sería el impacto directo. Al instalar el proyecto tienen que “desmontar”, este es un proceso de eliminación de la vegetación. Eso equivale a la destrucción de plantas, reptiles, mamíferos, aves, anfibios, insectos, arácnidos, hongos, virus etc, estos organismos son realmente los que mantienen los ecosistemas vivos y en equilibrio (6).
Después de finalizada la construcción continúa el impacto indirecto, pues se alteraron los ecosistemas, se fragmentaron y por lo tanto existe una mayor probabilidad de su desaparición, debido al cambio de uso del suelo y adicionalmente al cambio climático.
“Son ecosistemas considerados muy frágiles. Por su localización geográfica hablamos de zonas semiáridas donde el ciclo del agua es vital, estos ecosistemas actúan como retentores de humedad y su desaparición cambia drásticamente la capacidad de humedad del suelo. Al desaparecer la vegetación estos se convertirán en desiertos totalmente inhabitados, ya que la radiación solar cambia la dinámica del suelo, no permitiendo nueva vegetación”, explica Mora.
En suma, de acuerdo a los informes proporcionados por ambientalistas y defensoras de la vida y el territorio, los problemas con los eólicos no son simplemente en términos de contratos de arrendamiento, sino que la instalación de molinos de viento y la dinámica de su operación a gran escala provoca fracturas en los territorios rompiendo incluso lazos familiares, culturas, movilidad por las áreas comunes, además del impacto en la biodiversidad, la contaminación del agua y tierra por lubricantes y las afectaciones en las corrientes de agua en el subsuelo.
La voz de la experiencia eólica en el istmo
Por otra parte, también es notorio el aumento de la violencia en toda la región, como en Juchitán y sus agencia, a partir de la instalación de los parques eólicos, que genera disputas por el territorio y las ganancias económicas de estos proyectos.
De igual forma, el arrendamiento de terrenos comunes a megaproyectos conlleva a una vigilancia por parte del personal de las empresas e impide el libre acceso a dichas áreas, como si los mismos pobladores fuesen extraños en su propia tierra.
De acuerdo al periodo de documentación que abarca de enero de 2017 a enero de 2021, del Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (OCSA) registró 12 parques eólicos que han provocado impactos sociales, como: confrontaciones en las comunidades, incluso en las familias. Aumenta la violencia, la inseguridad y la presencia de grupos del crimen organizado.
Además “se ha hecho uso de diversos mecanismos institucionales y legales para asegurar el despojo de los territorios, como la aprobación de permisos y concesiones antes de realizar consultas, o la admisión de manifestaciones de impacto ambiental que no corresponden con la realidad”(7).
En el reportaje “Energía para la industria: los problemas de las eólicas en el Istmo de Tehuantepec”, publicado por Causa Natura Media en 2023, se relatan experiencias de los pobladores del istmo ante estos proyectos eólicos desde hace décadas(8).
La comunera Guadalupe Ramírez de Unión Hidalgo relata “Firmamos los contratos en el 2009 y en 2011 fue cuando empezó la construcción del parque eólico. Nos dimos cuenta que no era lo que se esperaba, no era lo que se había platicado. Sólo destruían. Además, los contratos tampoco eran lo que se había acordado. Al tratarse de bienes comunales no se había consultado a la comunidad ni se había llevado un proceso legal claro.
“Nos dimos cuenta de que nuestros terrenos estaban hipotecados. Ya no teníamos el derecho que nos da el trabajar la tierra. Ahora eran ellos (la empresa) quienes podían hacer y deshacer. Sin darnos cuenta, con nuestra propia mano firmamos y dijimos sí, les entregamos todo en charola de plata”, recuerda Guadalupe.
La Consulta sin estudios de los impactos sociales y ambientales
Otro aspecto relevante es el tema de las consultas a la población, el Observatorio Comunitario para el cuidado de los Bienes Comunes en la Región del Istmo ha documentado que para el proyecto Helax en el Istmo, no existe información de una Manifestación de Impacto Ambiental ni social ¿entonces cómo pretende consultar la población? ¿Cómo aceptar un proyecto donde solamente se resaltan los supuestos beneficios sin mostrar los daños que conllevará el proyecto? Cuestiona el Observatorio.
Asimismo señala que se corre el riesgo que realicen la consulta solamente para cumplir con el requisito, como un intento de democratizar el despojo, sin toda la información de los impactos negativos sociales y ambientales.
“Como raíz de la problemática está la violación sistemática de derechos humanos que implica la instalación de estos proyectos. Lo que vemos principalmente es la violación a una verdadera consulta previa, libre e informada, pero también hay una violación al derecho a la libre determinación de los pueblos”, explica Ángeles Hernández Alvarado, colaboradora del Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Universidad Iberoamericana (9).
Defensores entrevistados para este reportaje coinciden que durante las consultas en otros municipios del istmo, se silenció a las personas que no estaban de acuerdo. No se les permitía hablar o si tomaban la palabra comenzaban los gritos y abucheos.
Los daños al tejido de la vida en Ixtepec
En los sondeos realizados en la comunidad, una parte señala que los comuneros de Ixtepec “han sido engañados o manipulados, sin información real de las repercusiones que tienen estos proyectos y la ocupación de tierras comunales, las empresas se aprovechan de la necesidad de los comuneros, con la ilusión de que sus hijos y nietos van a progresar, pero entregar las tierras de Ixtepec a extraños no es progreso ni desarrollo”.
Y por otra parte, habitantes sin derechos agrarios señalan a los comuneros de tomar decisiones que ponen en riesgo a la toda la población de Ixtepec, sin informar de las afectaciones que traen estos proyectos, aún más si se encuentra en el área de los yacimientos mineros.
La información vertida por la Comuna es que la última decisión respecto al proyecto Helax Istmo se tomará en una Consulta Pública, sin embargo hay quienes afirman que las Consultas están “amañadas”, impulsadas y organizadas por las empresas y gobierno federal, donde la autoridad comunal no tiene peso, “parecen sólo maestros de ceremonias”.
En el caso de Ciudad Ixtepec, la estrategia de la empresa Helax con el aval de las autoridades federales, ha sido realizar reuniones con representantes de barrios y colonias, para convencer a ciertos sectores, que más parece un aleccionamiento para permitir que se instale el proyecto.
Cabe destacar que el proyecto eólico impulsado por la empresa Helax, está directamente vinculado al Parque Industrial en Ixtepec que incluye la producción de “Hidrógeno verde”, para convertirlo en amoniaco, lo cual pone en riesgo la calidad y cantidad de agua disponible para las poblaciones de la zona.
“Por tanto, es muy importante que la población se mantenga atenta e informada sobre estos proyectos y que asista cuando se convoque a la Consulta Pública y decida por el futuro de Ixtepec, tomando en cuenta que es un momento decisivo para la vida de las presentes y futuras generaciones”, expresan sectores organizados de la población.
Fuentes consultadas:
(1). Habitantes de Ixtepec rechazan que empresa minera degrade el medio ambiente https://www.jornada.com.mx/2016/07/18/sociedad/044n1soc
(2). Reportaje “Rastros obscuros de la energía limpia en Oaxaca, México” https://avispa.org/la-energa-limpia-en-oaxaca-avispa-midia/
(3). Comunicado REMA: “Pueblos del mundo gritan por el derecho a decir: NO a la minería en sus territorios” https://www.remamx.org/2023/11/comunicado-rema-pueblos-del-mundo-gritan-por-el-derecho-a-decir-no-a-la-mineria-en-sus-territorios/
(4). REMA/ Comité Ixtepecano https://www.remamx.org/2022/12/ixtepec-oaxaca/
(5). Colonialismo Energético: https://www.academia.edu/103010090/Colonialismo_energ%C3%A9tico_Territorios_de_sacrificio_para_la_transici%C3%B3n_energ%C3%A9tica_corporativa_en_Espa%C3%B1a_M%C3%A9xico_Noruega_y_el_S%C3%A1hara_Occidental
(6). El Istmo en riesgo ambiental, concentra el mayor número de parques eólicos en América Latina https://avispa.org/el-istmo-en-riesgo-ambiental-concentra-el-mayor-numero-de-parques-eolicos-en-america-latina/
(7). Parques eólicos: ¿desarrollo para todas las personas? https://ibero.mx/prensa/parques-eolicos-desarrollo-para-todas-las-personas#:~:text=Debilitamiento%20y/o%20ruptura%20del%20tejido%20social%20comunitario,poniendo%20en%20riesgo%20los%20sistemas%20normativos%20internos.
(8). Energía para la industria: los problemas de las eólicas en el Istmo de Tehuantepec https://reportajes.causanatura.org/energia-para-la-industria-los-problemas-de-las-eolicas-en-el-istmo-de-tehuantepec/
(9). IDEM https://aristeguinoticias.com/2408/mexico/energia-para-la-industria-los-problemas-de-las-eolicas-en-el-istmo-de-tehuantepec/
Mapas elaborados por GEOCOMUNES: https://geocomunes.org/
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