Solalinde, más amenazas en Oaxaca: ¿Y Cué?

Apenas hace tres días, Gabino Cué Monteagudo felicitó, en nombre del pueblo y gobierno de Oaxaca, al presbítero y fundador del albergue “Hermanos en el Camino”, Alejandro Solalinde Guerra, por haber recibido el Premio Nacional de Derechos Humanos 2012, que confiere cada año la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Ayer, a dos días de ser reconocido por su larga y destacada trayectoria en la promoción y defensa de los derechos de las personas migrantes, el padre Solalinde Guerra denunció que los “caciques” de Oaxaca lo siguen amenazando de muerte: “no han parado”, dijo, “y yo lo sigo reiterando hasta que no se haga algo”. 

 

El activista señaló también que José Raymundo Fabián, un personaje ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y quien controla un vasto territorio en Nuevo Santiago Tutla, en la sierra oaxaqueña, públicamente ha buscado apoyo de correligionarios para dañarlo. Sin embargo, las autoridades del estado, comenzando por el gobernador Cué Monteagudo, no han movido un dedo para investigar a ese cacique, que de acuerdo con denuncias de grupos de derechos humanos, controla incluso a la policía de una vasta región de la Sierra Madre. Las autoridades estatales, denunció Solalinde, no han sido de mucha ayuda y confía que el gobierno de Enrique Peña Nieto tome cartas en el asunto, pues tampoco el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa movió un dedo para detener las amenazas y agresiones en su contra. “La principal amenaza la tengo en Oaxaca, no la tengo en otro lado”, insistió el presbítero y, además, responsabilizó a autoridades del estado de Oaxaca de cualquier agresión que pudiera sufrir. 

Eso deja mal parado al gobernador. Por un lado, felicita con bombo y platillo al padre Solalinde, quien se ha convertido en una celebridad mundial –incluso fue postulado este año al Premio Nobel de la Paz–, pero por el otro lo deja a merced de quienes, protegidos desde el gobierno, han hecho de los territorios más intrincados de esa entidad páramos de injusticia e impunidad. Cué Monteagudo es gobernador de Oaxaca desde el 1 de diciembre de 2010. Pero en estos dos años no ha podido estar a la altura del cargo, al que llegó gracias a alianza de los partidos PAN-PRD-Convergencia y PT. Además de los reclamos de luchadores sociales de la talla moral del padre Solalinde, a Cué se le acumulan denuncias por gastos excesivos y por lo que tienen relación con el impulso a su imagen. Por ejemplo, entre 2011 y 2012, a través de la Secretaría de Infraestructuras, Cué Monteagudo suscribió cinco contratos por 15 millones 978 mil 678 pesos, todos relacionados con obras en el Palacio de Gobierno. Además, la Secretaría de Seguridad Pública del estado, dependencia que encabeza Marco Tulio López Escamilla, ha gastado en 13 meses 123 millones 218 mil 488.86 pesos en la compra de 501 vehículos. Entre las compras, describió la columna “Paseo Virreyes” que se publica en SinEmbargo.mx, destaca la adquisición de 33 motocicletas Harley-Davidson, las cuales costaron cinco millones 849 mil 444.76 pesos. Pero Cué, como han hecho otros gobernadores, también ha repartido dinero en difusión, principalmente en Televisa y TV Azteca: para las dos ediciones de la Guelaguetza 2012, la administración de Gabino gastó 650 mil 603 pesos en el transporte, hospedaje y alimentación de ocho artistas de la televisora de Emilio Azcárraga Jean. La lista de denuncias públicas contra el gobierno de coalición en Oaxaca es aún más larga. Pero, sin duda, preocupa el descaro y la indiferencia: por un lado felicita a un luchador social reconocido internacionalmente y, por el otro, se hace ojo de hormiga cuando de darle protección se trata.

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